A veces me pregunto ¿Qué es en realidad la sabiduría?.. y entonces me encierro en un mundo lleno de imágenes, de letras y palabras que no comprendo, de sonidos a los que no encuentro un significado claro, de ideas que solamente revuelven cada día más mi existencia... tal vez las cosas sean más simples de lo que parecen...
Él es Don Cástulo Benítez, un hombre que dedicó su vida entera a la música, guitarrero o guitarrista (como sea, da lo mismo) de uno de los más grandes violinistas que ha dado la tierra caliente, Don Juan Reynoso.
Buscamos su casa durante una hora, entre las calles empolvadas de la inmensa población de Pungarabato Guerrero. Cada vez nos acercábamos más a las faldas del cerro del Chuperio y las casas dejaban de acompañarnos en nuestra búsqueda, mi padre me decía con un tono un poco temeroso "A ver si lo encontramos, quizá ya se nos adelantó..." pero seguimos buscando. Por fin, entre señas de los habitantes encontramos una entrada sin puerta, dejando pasar un haz de luz que iluminaba el semblante de un hombre sentado con la mirada perdida en el tiempo. Era Don Cástulo, aquél hombre que un día fue uno de los mejores guitarristas de la región de la Tierra Caliente, hoy esperaba sin esperar a que llegara el último fandango a su vida.
Una plática, que buscaba historias y experiencias de las parrandas que dieron identidad a nuestra gente estaba programada que durara a lo mucho 15 minutos, se extendió durante una hora y media, hasta que llegó la noche y su humilde casa, sin alumbrado eléctrico cobijó nuestros recuerdos.
Quizá sea una de las horas y media más interesantes de mi existencia, quizá una plática y una simple visita en la que encontré una muestra fiel de sabiduría hagan de mi persona alguien totalmente diferente.
Don Cástulo Benítez, uno de los personajes de mi reportaje (aún en el horno) "Don Evaristo Galarza: el Toro Viejo" sobre la música de la Tierra Caliente.
Él es Don Cástulo Benítez, un hombre que dedicó su vida entera a la música, guitarrero o guitarrista (como sea, da lo mismo) de uno de los más grandes violinistas que ha dado la tierra caliente, Don Juan Reynoso.
Buscamos su casa durante una hora, entre las calles empolvadas de la inmensa población de Pungarabato Guerrero. Cada vez nos acercábamos más a las faldas del cerro del Chuperio y las casas dejaban de acompañarnos en nuestra búsqueda, mi padre me decía con un tono un poco temeroso "A ver si lo encontramos, quizá ya se nos adelantó..." pero seguimos buscando. Por fin, entre señas de los habitantes encontramos una entrada sin puerta, dejando pasar un haz de luz que iluminaba el semblante de un hombre sentado con la mirada perdida en el tiempo. Era Don Cástulo, aquél hombre que un día fue uno de los mejores guitarristas de la región de la Tierra Caliente, hoy esperaba sin esperar a que llegara el último fandango a su vida.
Una plática, que buscaba historias y experiencias de las parrandas que dieron identidad a nuestra gente estaba programada que durara a lo mucho 15 minutos, se extendió durante una hora y media, hasta que llegó la noche y su humilde casa, sin alumbrado eléctrico cobijó nuestros recuerdos.
Quizá sea una de las horas y media más interesantes de mi existencia, quizá una plática y una simple visita en la que encontré una muestra fiel de sabiduría hagan de mi persona alguien totalmente diferente.
Don Cástulo Benítez, uno de los personajes de mi reportaje (aún en el horno) "Don Evaristo Galarza: el Toro Viejo" sobre la música de la Tierra Caliente.
Jesús Cornejo
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